miércoles, 28 de marzo de 2007

Rumbo al colegio Fe y Alegría en el Mirador II - Pamplona

Somos al momento tres los que vamos al Mirador II. No la tenemos ni clara ni fácil pero hay pies, manos, corazón, cerebro y sobretodo mucha voluntad. Confieso que es alucinanteeeeeeeee dejarse llevar sin conocer el mapa de ruta. No tengo idea de cuánto vamos a avanzar ni a donde vamos a llegar. Es una sensación increíble el saber que pisas sobre concreto pero no puedes verlo y encima el único que puede sentirlo eres tú, nadie más puede saber. Ir así por la vida creo que le permite a uno abrirse más a la intuición, aprender a observar, a escuchar a disfrutar del momento que te rodea con su tiempo y espacio porque en el andar le tienes que prestar más atención a todo y así luego de algún tiempo, cuando llegas a vivirlo, a captarlo, te das cuenta que de pronto todo tiene sentido, llegas a descubrir la otra cara de las cosas. Mirar con otros ojos, con la actitud del “NO SABER” hacia lo que te aproximas y dejar que esa res extensa hable por sí sola. “NO SABER” que no es igual al no conocer. Es solo permitirte un acercamiento distinto a la vida. La entiendes de manera plena y total. Tal vez la meta nos lleve siempre a querer encontrar lo que nosotros queremos encontrar, pero qué pasaría si dejásemos que la vida nos muestre lo que nos quiere mostrar ¿? No sería más interesante ¿? A mi me paso más de una vez. Luego le encontré sentido a todo cuando me vi a mi misma haciendo cosas o estando con personas que jamás hubiera pensado. Es el instinto, la intuición lo que te asegura si son acertadas o no tus decisiones y si te dejas llevar, podrás reconfirmar todas esas ganas que sientes de sacar lo mejor que hay en ti para sacarle lo mejor de sí a otras personas. Estos pensamientos me son muy recurrentes y cada visita deja sentir un sabor diferente. Es una sensación entre amar compromisos y andar despreocupado del mundo. Es caminar completamente en libertad sin el más mínimo temor. Algo te sostiene desde adentro y mientras tanto se oye una vocesilla que dice que lo que haces va por buen camino. Que si estás en la ruta, todo se dará por sí solo aunque no la veas clara a la primera. Descubrir sonrisas como la de estos niños le añade un toque de pasión a este viaje sin mapa y hacer amigos en skate a la mitad del cerro aun más. Ellos la pasan muy bien, saben jugar y vivir el momento. Los conocí en la última visita. En orden de izquierda a derecha son: Manuel, Paul, Agapito y el más chikito "Agusto" me enamoreeeeeee de su carita hermosa! así que no pude con mi genio y les tome estas fotos el día de la construcción del cole, no estudian en el "Fe y Alegría" pero estaban ahí jugando a mitad de camino y nos hicimos amigos. El sueño se volverá realidad... formar un voluntariado de profesionales no es algo imposible.
(Nota de Silvana Ricalde Lizarzaburu, Universidad de Lima- Marzo 2007)

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