miércoles, 23 de julio de 2008

Opiniones coherentes de una juventud imaginada

Durante los últimos veinticinco años hemos venido atravesando una serie de crisis y conflictos de orden político, social y económico que han configurado una realidad compleja, dinámica y en suma plagada de vacíos que urgen abordar con determinación. Estos aspectos están relacionados directamente con la manera en que nos relacionamos unos con otros, la idea que tenemos de nación y del cómo ejercemos la democracia y la ciudadanía en este país. Se trata del empresario, del político, el profesional y el ama de casa. Hombres y mujeres que una vez estuvieron llenos de ideas, gente que soñó con una sociedad más justa y solidaria. En aquel entonces también fueron jóvenes y es justamente de lo que se trata ahora, de nuestra juventud. ¿Qué esperan, qué sueñan, qué temen, qué quieren y a qué estarían dispuestos los jóvenes del Perú?.... juventud con ideas frescas que pueda contribuir de manera sustancial, SI SE LO PROPONE, a iniciar la tan esperada transformación de nuestro país, sobretodo la juventud universitaria que es la que tiene el acceso “privilegiado” a una educación superior.

Buscamos a Jorge Mori, luego de su participación en la presentación del cuaderno PNUD: "Los jóvenes en el Perú: La democracia imaginada", para que nos de algunas opiniones respecto a ciertos puntos que forman parte de la agenda social y no pueden ser más ignorados. Nos habló de la juventud peruana y el verdadero ejercicio ciudadano, de lo que sobra y lo que falta, de lo que significa en otras palabras una verdadera transformación social. Jorge tiene 26 años, es egresado de la facultad de Derecho de la Universidad San Marcos, Director del Grupo Coherencia, responsable del Proyecto Universidad Coherente y Fellow de la organización Ashoka.

Jorge, en base a las principales conclusiones de la publicación "Los jóvenes en el Perú: La democracia imaginada" y tomando en cuenta que en el Perú los jóvenes peruanos son el grupo poblacional de mayor crecimiento e importancia demográfica, ¿cuál es tu opinión respecto al rol que juega este segmento de población en el proceso de desarrollo nacional?
A mi personalmente me cuesta un poco hablar de roles, aunque a veces entiendo que es necesario hacerlo. Yo creo que el enfoque debe estar más dirigido a plantear la oportunidad que tienen los jóvenes de hacer cosas diferentes que los adultos. Creo que en estos momentos, tenemos la oportunidad de cuestionar los viejos discursos, es decir, darle un nuevo contenido a los discursos que se han repetido por décadas y que evidentemente no han funcionado en nuestro país. ¿A qué me refiero?, pues ¿qué entiende un joven por desarrollo nacional?, ¿qué entiende un joven por desigualdad?, ¿acaso no son discursos vacíos de significado para un joven hoy en día?. Por ejemplo, la visión clásica que tenemos de la desigualdad nos ha llevado a utilizarla como argumento para justificar la inercia, la no acción. En el ámbito universitario (que es el campo que menos desconozco) pasa lo siguiente: el estudiante de universidad pública de Lima dice que no puede hacer nada porque no tiene los recursos (sufre de desigualdad) que tienen los de las universidades privadas, los de las universidades públicas de provincia dicen que no pueden hacer nada porque no tienen los recursos de los que estudian en una universidad pública de Lima, y los que no pueden estudiar en una universidad dicen que no pueden hacer nada porque no tienen los recursos para estudiar en una universidad, ¿qué entendemos por desigualdad?, acaso no se ha convertido simplemente para justificar la inercia de no hacer nada?, cuál es el límite de todo esto?. Yo creo que es muy interesante analizar en frío las intervenciones que se recogen en el texto del PNUD, porque ahí podremos encontrar las llaves del por qué estamos los jóvenes en el Perú como paralizados frente a nuestro futuro. No nos preocupamos por construir discursos que motiven y generen actitudes emprendedoras, sólo nos dedicamos a repetir discursos pasados que debemos romper.

¿Se puede hablar de un reconocimiento por parte del estado entorno a las potencialidades de la juventud peruana y a sus alternativas de desarrollo? ¿podemos considerar al joven como sujeto de cambio cultural, social, económico y político?
Yo creo que hay esfuerzos, como la creación de la CONAJU (ahora la Secretaria Nacional de Juventudes) o la ley del Concejal Joven. Pero en realidad, si el Estado no tiene una contraparte entre los jóvenes organizados, es muy poco lo que puede hacer. Si los jóvenes no dejan la pasividad y no se esfuerzan por construir discursos que los saquen de la inercia, nada de lo que haga el Estado va a funcionar y con respecto a que si los jóvenes son agentes de cambio, lo serán en la medida en que ellos lo crean.

En tu opinión ¿crees que existe incapacidad en nuestra estructura social para proveer a los jóvenes de lo necesario para lograr su desarrollo integral?
El punto no es si existe incapacidad de nuestra estructura social, sino cómo hacemos los jóvenes para cambiar o contribuir a que esa estructura social cambie. Creo que nuestro mensaje debe estar enfocado a cambiar la actitud y nuestros discursos. ¿Qué entiendes por desarrollo integral?, ¿qué entiende un joven por desarrollo integral?

¿Consideras que nuestra democracia garantiza el ejercicio de los derechos de las personas en el país?,¿cuáles serían los principales obstáculos de este modelo? Es acaso una vía segura para que el joven promueva el desarrollo en su comunidad?
La democracia como modelo o discurso no funciona si no cuenta con ciudadanos comprometidos con trabajar para que la democracia funcione. En ese sentido, cuando hablamos de democracia, el joven debe asumir su papel de ciudadano y entender que el modelo no va a funcionar sin su compromiso real y con un trabajo serio que esté dirigido a que el modelo avance.

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